Capitulo 6

Capitulo 6

Llegada la noche el Rey se levanta de su trono, ¿estará decidido a tomar una decisión?

Caminando frente a cada una de las aspirantes, siente que le toma una eternidad volver junto al altar de Jovaiha, ya está al punto de extrañar su presencia y se da cuenta que  entre Jovaiha y la princesa Sein hay muy poca diferencia de ofrendas, por lo cual las llama a su lado y comienza un duelo.Describiendo sus deberes como reinas:

-Ustedes serán mías, Solo devotas a mi, Yo soy su Rey, Su Principio y Su final.

-Si yo decidiera casarme de nuevo, ustedes no tienen ese derecho aún me pertenecen.

-Aún muerto, me pertenecen..

-Sin Reino me pertenecen

-Sin Riquezas me pertenecen...

La decisión se tomará hoy, así que les pregunto...

-Si perdiera mi reino ¿que estarían dispuestas a hacer por mi?

-Si muriera mañana ¿que harían por mi pueblo?

-Si me dejaran de amar ¿aceptarían el destrono?

La princesa de Sein contesta con una voz muy ridículamente lloroza y llena de lamento

- Sin su alteza jamás podría vivir mi Rey, -el Rey grita- Silencio. Ya lo sé todo de ti.

Mira con esperanza  a Jovaiha y dice: - tú turno de responder

Jovaiha  vagamente recuerda una historia contada por su padre, una historia donde un gigante lloraba la pérdida de su fiel amigo el Rey y con su fuerte y frágil voz decía:

“Sin Rey no hay reino, sin Reino no hay Rey”  Pero si eres fiel a tus principios no será necesario ningún reino o ningún Rey “tú y solo tú siempre serás mi principio necesario”

Sin saberlo Jovaiha lo dijo en voz alta (lo que llamó la atención del pueblo completo) 

todos aplaudieron fuertemente.

fue una respuesta muy sabia

León trata de sostener a Nicobb pero este da dos pasos hasta acercarse a Jovaiha

-La mira asombrado y lágrimas salen de sus ojos.

Se arrodilla y dice mi Reino es tu reino

-conozcan a Jovaiha nuestra nueva Reina!!

-El pueblo grita de alegría y regocijo! 

Jovaiha y Nicobb se miran con desespero, sus corazones laten tan fuertes que se pueden tocar el uno con el otro, no pueden dejar de verse, tocar sus manos y sentir su presencia..

Daina se retira enfurecida ya en el cuarto Lamenta su mala suerte y llena de resentimiento, exclama:

-Tengo que hacer algo… tengo que hacer algo!!!!

-¿Por qué ella?…. Esto no puede estar pasando¡¡¡¡¡, -gritaba llena de ira en su habitación y sus hijas miraban a su madre sin poder hacer nada.

-Esto es estúpido, una semillera, sucia, callejera… -balbucea Daina una y otra vez...

Se sienta bruscamente enfrente de su mesa y mira a Sahara:

-hija ve a sentarte junto a tu padre – necesito hablar con tu hermana…

Savannah baja la mirada y está aterrorizada.

Pasan las horas, la fiesta sigue y luego todos se van a descansar.

El palacio duerme, aunque la yerbera continúa con su jornada y su apaciguador cántico…. (mmm mama mmm mama mmm mama mmm mama mmm mama mmm mama mmm mama)

Llega el amanecer y Jovaiha despierta esa mañana en su cama de nuevo, esta vez tiene una bata transparente ceñida a su cuerpo. Se levanta lentamente de la cama y ve a Nicobb sentado en la mesa junto a Opah. 

Nicobb se le queda mirando totalmente perdido en su cuerpo, pierde su mirada rozando con sus ojos cada detalle, no puede creer cuán hermosa es,  Jovaiha no le es indiferente y lo mira a los ojos con ternura sintiendo que su corazón se le va a salir por su pecho.  Inés y Ana la sacan de su aletargado momento y comienzan a vestirla, lo cual hace que pierda la comunicación que tenía con Nicobb.

Opah dice:-¿eres tú Jovaiha? Mi niña bella, ven saluda a tu padre.

Pero ella no puede quitar la mirada de Nicobb quien muere por hacerla suya en ese instante.

Las miradas están perdidas – los corazones están alterados – el rey no es el único que siente ese deseo-palpitar-necesidad. Hasta que Ana le informa al Rey: 

- ya está lista mi princesa

Su padre le espera en la mesa también.

Ella voltea y ve a Opah y sonríe, respira profundo y se acerca le da un beso y saluda al Rey quien se levanta la toma de la mano y la despide con un beso, Nicobb decide marcharse.

No sin antes expresar su alegría por la boda 

– Princesa…. Hoy dejarás de ser la hija de Opah Ali-Brahim para ser la esposa del Rey, Mi esposa, hoy seras mia...

Todos los sirvientes sacuden su cabeza en pos de atentar y no escuchar lo que Nicobb estaba diciendo pero era imposible no sentir como el cuerpo de Jovaiha no temblaba en la presencia de su Rey, pero aun peor era que ella no supiera porque su cuerpo tiembla de tal manera.

Opah sostiene su mano y sonríe mientras que el rey se marcha y le dice:

-esto se llama amor mi niña,  te estás enamorando del Rey Nicobb.

-León!- grita el Rey por los pasillos

-Que alguien consiga a León!!!!

Todos corren por los pasillos en busca de la mano derecha del Rey que no aparece por ningún lado.

Cuando de repente se le ve entrar por la puerta principal del palacio

-Hermano - Exclama El rey- ¿Dónde has estado?

León le entrega una caja poco vieja, bien cuidada, lo que causa mucha alegría en el rey.

Mientras tanto la paz en el Reino estaba a punto de acabar.

Daina entra en el cuarto de Jovaiha,  sonriendo y un poco asustada, su actitud había cambiado, hasta Opah notaba en su aura sincera un poco diferente, le trae la túnica de plata, en la cual trabajó toda la noche acomodando añadiendo especialmente al vestido real en cual Jovaiha usaría para casarse.

Todos están asombrados y un poco confundidos por tal acto de caridad como la misma Daina le llamaría.

Daina exclama:

- Jovaiha lo siento mucho, mi actitud hacia ti no ha sido la más adecuada, yo solamente me he sentido desplazada, humillada, herida, abandonada, sola.

-Desde el día que llegaste a palacio- bueno no por mucho tiempo, piensa Daina- mi vida ha dado un vuelco, y mira a su alrededor. Y después de llorar infinitas lágrimas no puedo negar que no es tu culpa, el rey ha tomado una decisión y ha sido reemplazarse por otra – en este caso por otra que no he podido competir, ni en juventud, toca su cabello, belleza,toca su rostro, o inteligencia, baja su mano y pone el puño fuerte. Solo te pido que tengas un poco de misericordia de mí y mis hijas.

Jovaiha la toma de la mano por un momento se siente culpable, débil y no sabe qué hacer, Opah solo escucha, Jovaiha, le sujeta sus manos y dice:

- Tú siempre estarás a salvo, este es tu mundo y aunque no sientas que perteneces a él, de mi corre que nunca te falte nada.

Daina le da una tela que envolvía una Brazalete de oro con una abertura en forma de cruz la cual se encadenaba a un anillo idéntico a brazalete- y le dice:

- Mi  regalo de bodas.

La mira a los ojos con la inocencia y sinceridad de un recién nacido y luego se retira.

Jovaiha está envuelta en emociones y confundida por lo que ha pasado – corre al lado de Opah,  quien está más confundido que ella.

Comenzaron las trompetas,  los desfiles en honor a la futura Reina no dejan las calles libres y fuera de una vibra de felicidad que interrumpe por completo el palacio. El aire se siente fresco entre tantas esencias y dispersa sus olores por toda la tierra.

En la habitación del Rey se encuentra León brindando junto al Rey, ayudándole con su armadura  junto a sus hombres le festejan en su cuarto y los sirvientes entran y salen sin dejar rastro, la felicidad era algo que no se sentía en el palacio desde hace muchos años.

Y sale la última caravana, El Rey escoltado por sus hombres saluda al pueblo.

El pueblo destella felicidad, el rey es bañado con cada flor única en el reino, brindan ofrendas en su camino sin dejar de bendecir a cada momento.

Llega el rey a su catedral. Camina y todos le miran con mucha atención, muy orgulloso usaba el atuendo que su padre usó el día que se casó junto a su madre.

Atuendos hechos y fabricados a mano-oro puro- con espada en mano, caminaba muy seguro y junto a el León y sus hombres, quienes lo entregan al altar y se sientan junto a él cómo es la tradición.

Pero la alegría se transformó en un silencio total y absoluto, no se escuchaba el pueblo afuera, nadie entendía qué pasaba, tres segundos después se abre la puerta y entra el eunuco, quien retira el tronco que tranca los dos grandes portones y se abren. Y allí estaba ella, temblando, sostenida por ese vestido que la hacía brillar como ninguna otra, dejando sin palabras a cada una de las personas que asistieron a su boda.

Jovaiha se veía increíblemente hermosa, la gente no sabía si llorar o aplaudir, no sabían cómo recibirla todos se quedaron sin palabras, enmudecidos por tanta belleza, y aun peor detrás se encontraba  Daina caminando junto a Sahara y Savannah.

Lo cual no importaba en ese momento, ella caminaba con una conexión directa a los ojos del rey, no despegaba su mirada de ella, él se sentía completamente desnudo, vacío e increíblemente vulnerable. Por primera vez siente celos profundos de compartir algo que ni aun era suyo.

Se toman de las manos y él dice: -eres completamente mía, y le da un beso, lo cual rompe con la tradición.

El obispo perdido en ese momento como el resto, es sacado por el llamado de  atención de Daina la cual rompe ese momento y comienza con la bendición del matrimonio.

Era un sueño ,  Jovaiha seguía mordiendo su lengua para saber que si era ella, que si estaba allí y que si estaba pasando….

El rey sujetaba su mano porque estaba igual o peor que ella,  no la quería dejar ir ni a Jovaiha- ni el momento- ni la vida que les tocaría vivir….

Al terminar la boda se van en su carruaje el pueblos les aplaude como costumbre llueven las orquídeas y las palmas en el piso, la cena el festejo, y la mirada De Nicobb y Jovaiha no se despegaba eran una sola, sin importar quien estuviera allí la conexión era insoportable solo esperaban la noche.

Y llega la noche.

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