Capitulo 30

Capitulo 30

El reino queda en silencio, por primera vez no se siente temor de correr en los pasillos las siembras comienzan a crecer y nadie piensa en el pasado…

 

Todos se enfocan en trabajar prosperar y ver por su rey y reina, la vida nunca había sido tan encantadora ni tan llena de la propia vida como lo eran ahora, el pueblo festejaba cada día.

 

Y llega el día de la segunda boda más esperada…

 

Cómo te sientes, pregunta Jovaiha;

  • Bien responde Savannah, un poco nerviosa… han sido tres largos meses y aun asi me gustaria que ella estuviera aquí.

Jovaiha sostiene su mano y levanta el rostro de Savannah limpiando sus lagrimas con mucho cuidado de no arruinar su maquillaje…

Ella está aquí en tu corazón, donde las cosas se sienten mejor y donde los recuerdos son mejores, donde nace el sol todos los días, donde esperas que el cambio suceda y curar tus heridas.

 

Savannah sonríe y abraza fuertemente a Jovaiha y justo en ese momento entra le yerbera, quien estos meses le ha dado un cambio increíble a su vida, se le nota alegre con ropas nuevas y blancas como la nieve, se le veía un poco más joven y radiando felicidad…

 

No era que no se le notara antes solo que no habían pasado tanto tiempo juntas para notar sus cualidades físicas “piensa jovaiha.

 

Por la ventana se nota como renace el palacio de nuevo, todos a un solo sonar y a una sola marcha terminaban sus rondas para los últimos detalles de la boda… Pero a lo lejos se notaba que venía una carroza, nadie le dio importancia porque los regalos llovían de todos los reinos que les rodeaban, pero Jovaiha se asombra al discernir a Nicobb como la persona que esperaba esa carroza, tendría que ser alguien del mismo rango que él para que el propio Rey estuviera en pie esperando, quién será?

 

Cuando suenan las puertas, las cuales se abren apresuradamente y se escucha la voz de las mujeres que llegaron de harén que llegan para terminar de ayudar en lo que puedan a Savannah.

 

Nada de esto es suficiente, exclama Sahara... hacer lo que haces por amor no tiene precio Jovaiha.

 

A qué te refieres? Pregunta Jovaiha un poco confundida, nada…

Solo olvida lo que dije.

 

Y Sahara se pierde entre las jóvenes que también le ayudaban a vestirse.

 

Afuera esperaba Naim, Jovaiha sale y el la escolta camino al nuevo imperio.

 

Al llegar se consigue con Nicobb quien se está vistiendo para entregar a su hija en el altar, Jovaiha le mira discretamente por la grieta de la puerta tratando de disimular las ganas de arrancarle la ropa que le ha costado tanto ponerse, entra muy cuidadosamente sin que él lo note, pero es demasiado tarde… el voltea rápidamente y la agarra por la cintura acercándola muy eufóricamente a su cuerpo dejando caer la túnica que tanto le costaba amarrarse sin que se desdoblaba…

 

Nicobb la mira con picardía directamente a los ojos dejándola sentir toda su hombría y le pregunta; Crees que no te había sentido entrar… se acerca y exclama en su oído; tu aroma lo puedo percibir en cualquier distancia al igual que tu esencia a millas.

 

A Jovaiha se le eriza la piel y siente como sus 5 sentidos se vuelven locos al sentir que el hombre más deseado de Siria se muere por ella…

 

Poco a poco Nicobb arrebata su ropa y con caricias tan simples y sensuales se entregan el uno al otro, se siente cuando la puerta de su armario se sierra lentamente, como el aire se detiene entre las miradas de cada uno… el cabello de Nicobb cae lentamente sobre la espalda de Jovaiha y el tiempo acampa afuera del gran imperio esperando por ellos y la calma de sus corazones.

 

Llega el atardecer…

 

Suenan las campanas y se abren las puertas de la iglesia, se le ve a Leon caminar más firme que nunca, junto a él y rompiendo todos los protocolos entra Nicobb, Naim y la Opah…

 

Cada uno se detiene y se para en sus respectivos lugares y Nicobb se sienta en su trono. 

Todos admiraban la nobleza de Nicobb al caminar junto a su mano derecha y entregarlo en el altar donde esperaría a la mujer que amaba y quería pasar el resto de sus días, El Rey no solo le confiaba su vida sino que también le confiaba el futuro de su hija Savannah al dejarlo por primera vez en la historia y rompiendo todo protocolo… desposarla como su esposa.

 

 Luego de un instante se escucha al pueblo aplaudir y ah dar gritos de júbilo, el pueblo está emocionado como nunca se abren lentamente las puertas y el resplandor deja a todos ciegos, pero no lo suficientemente como para no ver que quien entra es la Yerbera, con un recién nacido en brazos portando ropas Reales y la marca real en la frente…

 

Y todos se preguntan de quién es el hijo del Rey?



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